Investigadores de la U. de Chile estudiaron los tipos de conflictos que tienen los ciclistas frente a otros sistemas de transporte.
En 2018, el Foro Internacional de Transporte (ITF, su sigla en inglés), una organización intergubernamental de la OCDE, publicó su informe Cycling Summary, donde sugirió cambiar el foco en el estudio de la bicicleta.
En el informe, el organismo pidió no solo enfocarse en los grandes accidentes, sino poner atención a todos los conflictos menores que se producen con este medio de transporte. “Investigadores señalan que la razón de que hay países con poca participación de la bicicleta en los viajes (como Reino Unido hasta hace poco) se debe a que existe un alto miedo a andar en bicicleta porque la gente presencia o participa permanentemente en estos conflictos menores”, explica Rodrigo Mora, urbanista y académico de la Facultad de Arquitectura de la U. de Chile.
Grabaron por 3 meses varias ciclovías de la capital: estas fueron las principales peleas de los ciclistas
Precisamente Mora, junto a los también académicos de la U, de Chile Geraldine Hermann y Tomás Cox realizon el estudio Los ciclos y sus conflictos con otros modos de transporte: un análisis en calles de Santiago, que identificó una serie de complicaciones y dificultades a las que se ven enfrentados las y los ciclistas en Santiago.
“La interacción entre la bicicleta con micros, autos, camiones, o incluso peatones, ha sido históricamente dominada por el foco en los accidentes. En general, dado que los accidentes leves raramente se reportan, los que se estudiaban eran los graves y fatales, siendo la tónica hasta hace unos ocho años atrás”, señala Mora sobre el escenario previo al aumento del uso de la bicicleta de los últimos años.
“Este estudio busca justamente entender esos conflictos en las calles de Santiago”, agrega.
La investigación incluyó una encuesta aplicada a 577 personas que utilizan este medio de transporte, que evidenció que la mayor fuente de conflictos corresponde a los automóviles particulares. Un 53% de las y los ciclistas entrevistados en la investigación dijo tener conflictos de manera frecuente o muy frecuente con ellos, seguido por el taxi con un 44%. En tercer lugar, se ubican las motocicletas y buses con un 26%. Finalmente, los scooters –cada vez más frecuentes en nuestras calles– alcanzan el 7,6%.
Junto con la encuesta, el equipo de investigación registró seis calles ubicadas en las comunas de Providencia (sector los Leones con Eliodoro Yañez). A diferencia de un estudio previo, esta investigación sumó el aspecto observacional que examina la conducta real (no la conducta declarada) de las personas. Para ello, grabaron un total de 180 horas entre los meses de julio y septiembre de 2023.
El análisis de las imágenes permitió registrar los conflictos e información de quienes los producían. Se registró el modo, género, edad aparente, si las personas estaban escuchando música, si usaban luces cuando había que hacerlo, si usaban casco, si conducían sólo con una mano, sin mano o si zigzagueaban.
Las imágenes permitieron observar a 5.437 personas, de los cuales 519 eran scooters eléctricos (9,5%); de este total 4.478 eran bicicletas convencionales (82,4%), 274 bicis con motor (5%) y 134 bicis públicas (2,5%). Los hombres fueron el 75,5% de la muestra y las mujeres el 24,5%.
La mayoría de los conflictos (60%) corresponden a problemas de paso (o yields), en lo que los usuarios de ciclos (90% de lo cuales eran ciclistas y 10% scooters), “negocian” con los autos quien pasa primero.
“Ese conflicto habitualmente demanda que los ciclistas y automovilistas se miren a los ojos, eventualmente gesticulen y se den el paso uno a otro. Es una negociación que se resuelve positivamente”, explica Mora.
Los otros 24 (40%) corresponden a “casi accidentes” (near misses), que fueron evitados por la maniobra rápida de una de las dos partes. Los casi accidentes fueron causados por
-10 vehículos estacionados en la vía, que obligaron a ciclistas a rápidamente evitarlos
-11 vehículos que asoman “su nariz” en la ciclovía, y que pasa lo mismo
-1 peatón que irrumpe súbitamente a la via y que obliga al ciclista a maniobrar rápidamente para evitar un choque,
– 2 hook, que consisten en un giro rápido del auto en una intersección, que arrincona al ciclista y lo obliga a frenar súbitamente.
Las principales faltas de los ciclistas
En los registros audiovisuales también se grabaron las faltas a la normativa. El 56% no incurrió en ninguna falta.
La mayor falta es circular sin casco, alcanzando el 32,6% de los ciclistas. Le sigue el andar en la vereda 16,8%, posteriormente circular sin luces 16,2%; en cuarto lugar se ubica el circular en contra del flujo, alcanzado el 15,9%; finalmente, andar con audífonos, alcanzando el 8,8%.
Mora dice que estudiar este tipo de conflictos es “necesario para gestionar las ciudades, especialmente para mejorar la seguridad de las personas que se mueven de manera más sostenible por la ciudad”.
Todo esto, considerando que los ciclistas y usuarios de scooters, han crecido de manera importante en ciudades como Santiago, pero este crecimiento puede ir acompañado de problemas viales especialmente para peatones.
Estudiar estos fenómenos, dicen los investigadores, es clave para proponer medidas de solución que mejoren la calidad de vida de todos.